Confía en el cuerpo / Cuestiona al cuerpo

En este momento estás viendo Confía en el cuerpo / Cuestiona al cuerpo
Invita a otros a vivir mejor:

Confía en el cuerpo / Cuestiona al cuerpo

¿Qué incluye esta lectura?

Confía en el cuerpo / Cuestiona al cuerpo

Una paradoja que cambia tu forma de habitar lo que sientes.

  • Escrito por Ashley Lauren Meeder

Confía en el cuerpo / Cuestiona al cuerpo

El cuerpo tiene mucha sabiduría. Y también guarda patrones, compensaciones, y mecanismos de defensa. Una respuesta o patrón puede llevarnos a un desequilibrio —a veces es solo una estrategia antigua de protección.

 


 

Confía en el cuerpo / Cuestiona al cuerpo

El cuerpo tiene mucha sabiduría. Y también guarda estrategias antiguas: patrones, compensaciones, mecanismos de defensa. A veces, una respuesta o un impulso pueden llevarnos a un desequilibrio —no porque el cuerpo mienta, sino porque está repitiendo una antigua forma de protegernos.

Confiar en el cuerpo no significa seguirlo ciegamente. Hay una sabiduría profunda que emerge cuando una sensación, un impulso o una intuición corporal se vuelven más nítidos que cualquier explicación mental. El cuerpo puede ser receptor, oráculo, vínculo. Puede traernos información que no pasa por el intelecto: visiones, temblores, deseos, aperturas, límites. Escuchar eso es vital. Pero la escucha profunda no excluye la pregunta; al contrario, la enriquece.

El cuerpo no solo guarda verdad. También guarda lo que tuvo que hacer para protegerte. A veces, lo que parece autenticidad encarnada es en realidad una defensa antigua, una compensación hábil, o una activación disfrazada de intuición. En esos momentos, lo somático puede ser confuso: ¿esto que siento es miedo o es señal? ¿Es un borde de crecimiento o un trauma no resuelto? ¿Es autenticidad… o hábito?

La madurez somática implica cultivar discernimiento encarnado. No como juicio, sino como práctica viva. Aprender a rastrear no solo lo que sentimos, sino desde dónde lo sentimos. Eso no se enseña con fórmulas: se afina con presencia, en ese espacio entre la honestidad interna y la humildad de no saber. Sostenernos en la pregunta, sin necesidad de respuesta inmediata.

No se trata de desconfiar del cuerpo. Pero sí de reconocer que su sabiduría no siempre es cómoda, y que lo cómodo no siempre es sabiduría. Las prácticas somáticas profundas no buscan confirmar lo que ya sabemos, sino abrirnos a lo que aún no ha sido revelado. Y eso incluye mirar con claridad las respuestas del cuerpo que antes dimos por ciertas.

Invita la pregunta: ¿Lo que sientes es un umbral nuevo… o un eco familiar?

El cuerpo como interfaz

A medida que nuestra comprensión se expande —y ya en los indicios de este presente acelerado— el cuerpo dejará de verse como autoridad absoluta o como enemigo, y comenzaremos a habitarlo como lo que realmente es: un interfaz viva entre conciencia y materia. La evolución humana siempre ha estado ocurriendo, pero ahora vivimos un tiempo tan veloz que empezamos a notar cómo cambian nuestras capacidades de autorregulación, percepción y respuesta. Este cuerpo que habitamos no es estático: está afinándose en diálogo con nuestra conciencia y con el mundo que co-creamos, incluida la tecnología que lo amplifica y lo desafía.

En este contexto, la sabiduría a través del cuerpo no es lo mismo que “el cuerpo sabe más”. Podemos recibir un impulso y, en el mismo instante, preguntarnos: ¿De qué campo viene? ¿Es una señal fresca de mi conciencia presente o un eco de archivo, una estrategia aprendida hace tiempo? Esta pregunta no busca desconfiar, sino abrir la puerta a más posibilidades. Y quizá en la rapidez de estos tiempos, esa distinción se vuelva más nítida y más disponible que nunca.

Cuando reconocemos que una sensación viene del archivo, no necesitamos luchar contra ella ni “corregirla” con esfuerzo. Podemos dejar que se disuelva en la presencia y elegir otra frecuencia en el cuerpo. Vivir en esta paradoja —archivo y frescura, biología heredada y campo presente— puede ser justamente lo que nos impulse hacia otro futuro. Porque integrar una paradoja no la resuelve: la vuelve un motor creativo, un estado desde el cual el cuerpo se vuelve más vivo, más consciente, más nuestro.

 

 


Artículo escrito por: Ashley Meeder, B.F.A. RSMT-RSME, E-RYT 500.

Complementa tu lectura:

Invita a otros a vivir mejor:

Estudios Somáticos Multidimensionales

Creamos Experiencias Educativas Extraordinarias. Facilitamos el camino hacia mayor autogestión de la salud, autoconocimiento, y autorrealización personal.
5 1 voto
¿Cuánto te ha gustado este contenido?
guest
0 Comentarios
Opiniones en línea
Ver todos los comentarios